Así recibimos la nueva sede de la CNCCS. Sabíamos que iba ser una tarea dispendiosa, pero no nos importó y asumimos el reto de restaurarla, en parte por que tiene el espacio suficiente para todo lo que queremos hacer desde lo auidovisual y cultural. Y también la quisimos desde el inicio por la emoción de rescatar una casa abandonada a su suerte, para darle vida de nuevo, aprender a querer sus rincones y saber que el techo; el muro, la puerta, la baldosa y hasta las puntillas que hacen parte de ella; son una parte de tí.
¡POR ESO HOY PODEMOS SENTIRLA COMO NUESTRA CASA E INVITARLOS A TODOS USTEDES!
¡MUY PRONTO VENDRÁN A VIVIRLA Y VERÁN CON SUS PROPIOS OJOS CADA CAMBIO!
